Raíces de árbol, 1882 – VINCENT VAN GOGH
La fría oscuridad
de la noche bruna
aviva una vez más
la cruel disputa
que sostengo cada día
entre Tánatos y Eros
en los biseles de mi piel
y en el abismo de mi cerebro.
Fermentan en mis sueños
envueltos en llamaradas
los encarnados labios
de una azucena herida
y el estridente trino
de un ave nocturna
que quiebra mi silencio
en el nervio de la noche.
No sé si romperá el alba
al filo de la madrugada,
en medio de esta humedad
que sólo huele a muerte,
cuando los estambres
de tu corazón enamorado
se transformen ya sin ningún temor
en las raíces del árbol de mi vida.
La fría oscuridad
de la noche bruna
aviva una vez más
la cruel disputa
que sostengo cada día
entre Tánatos y Eros
en los biseles de mi piel
y en el abismo de mi cerebro.
Fermentan en mis sueños
envueltos en llamaradas
los encarnados labios
de una azucena herida
y el estridente trino
de un ave nocturna
que quiebra mi silencio
en el nervio de la noche.
No sé si romperá el alba
al filo de la madrugada,
en medio de esta humedad
que sólo huele a muerte,
cuando los estambres
de tu corazón enamorado
se transformen ya sin ningún temor
en las raíces del árbol de mi vida.
las raíces del árbol de tu vida.
ResponderEliminarlos ramales de tus venas.
la savia de tu sangre.
los latidos de tu corazón.
Los estambres como futuras o posibles raíces de toda una vida son, sin duda, la metáfora más potente del poema. La debilidad del estambre tornada leñosa raigambre...
ResponderEliminarY esa lucha entre Tánatos y Eros, tan real cuando se acaricia la pasión...
Me ha encantado.
Un beso.
Laura
Gracias Noray, me sacas de mis palabras con herrumbe y me llevas a tus vastas montañas de armoniosa prosa, me invitas a un mundo extenso de la imaginación y el sentir.Besos.
ResponderEliminarme quedo con la última estrofa
ResponderEliminares magnífica
besitos de luz
Precioso... Los estambres del corazón ajeno como raíces de nuestro propio árbol.. Magnífico.
ResponderEliminarCariños!
Ojalá al alba esa humedad siguiera oliendo a azucenas y sus raíces crecieran en un corazón henchido de amor.
ResponderEliminarUna hermosura de poema lleno de vida y de esperanza.
Un beso Noray.
UN gusto inmenso encontrarme con tus poemas poeta..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludes fraternos..
De mucha calidad los versos y el lenguaje.
ResponderEliminarUn gusto leerte, poeta, como siempre.
Un fuerte abrazo.
Bello poema, Noray. Y el cuadro es ¡precioso¡ NO LO conocía,...es....precioso..
ResponderEliminarBesos
Aunque hables de raíces, es poesía de altura.
ResponderEliminarLa última estrofa es una maravilla.
Un abrazo.
Que dichas raíces, amigo, sean fuertes y profundas y las hojas de ese arbol frondosas y llenas de vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.