Estudio de dos figuras en un paisaje, 1952 - FRANCIS BACON
No reconozco a este hombre
que siempre va conmigo.
No sé por qué escribe
si la poesía ya no existe,
más que en el perfume
de las flores de los cerezos
cuando se abren al amanecer.
No sé por qué llora en la noche
si el llanto es para los mortales,
y él sólo es la sombra
de unos pasos desnudos
que caminan más allá de la muerte.
de unos pasos desnudos
que caminan más allá de la muerte.
Cuando te pones la máscara de la tragedia, te pones.
ResponderEliminarUn abrazote.
Es hombre debe ser el reflejo personificado de un poeta que viene a contraluz de la alegría
ResponderEliminarMe sorprendes, lo tuyo es profundo, pero bello. Aun eres mortal, además de poeta. Un abrazo
ResponderEliminarA veces suele pasar de no reconocernos...
ResponderEliminarPero crees de verdad que nuestra sombra, o los muertos que parecemos ser a veces no lloran???
Quien dijo que no...
Pero bien tu lo dijiste Noray... han florecido los cerezos... !!!
Besos cielo, llenos de luz como siempre!!!
Esa despersonalización del poeta.. No amigo, no te desligues de ella. Hay más responsabilidad en en unos versos de la que podés sospechar (algún día, la poesía cambiará el mundo).
ResponderEliminarExcelente poema, como siempre.
Cariños!
Surt la poesia
ResponderEliminarde cada pedra
com raja la gota
del gel en el desglaç,
i així aquest desconegut
que t’acompanya escriu allò
que sents
i té cura d’aquell lloc
que anomenes jardí
amb les flors de cirerers
que evoquen melodies
d’un passat ple d’il•lusions.
Un home,
que en la soledat de la nit
desglaça el seu gel intern
amb plors amargs
i se’n duu,
mentre tu et preguntes qui és,
peus nus continuant
un camí ja encetat
de vida,
por i mort
que et deix mentre pot,
fora del teu abast.
Sí que existe. Yo la vi y casi toqué el sábado.
ResponderEliminarY a ti también te vi y me encantó conocerte.
Un beso.
Yo no soy yo. Soy este que va a mi lado sin yo verlo, dijo Juan Ramón. Pero tú lo ves y lo reconoces y sabes que llora por las noches y escribe hermosa poesía, porque tu poesía existe y afronta la realidad con valentía y con trabajo, trasladándonos al mundo de la realidad y del deseo, como diría Luis Cernuda. Un abrazo y gracias, poeta.
ResponderEliminarEse otro "yo" que siempre nos acompaña, ese lado que tiene vida propia y no siempre somos capaces de controlar.
ResponderEliminarTu otro "tú" me encanta.
Un abrazo.
Admiro a aquellos que no tienen dudas sobre sí mismos: deben vivir en una eterna "felicidad".
ResponderEliminarProfundas letras, amigo; un abrazo.
Impresionante, Noray. La última estrofa es magnífica.
ResponderEliminarY desde luego, cuántas veces no hemos reconocido al compañero obligado que todos llevamos de la mano.
Un beso, poeta.
S.
Un poema que camina por la cornisa de la excelencia. Abrazos.
ResponderEliminarSi me hieres con la belleza de tus versos, siempre estaré dispuesta a ese dolor sin miramientos.
ResponderEliminarEse hombre que va contigo, es la flor de la poesía abierta en tus labios.
Un abrazo fuerte y besos
El que va contigo es tu fiel yo, el que nunca abandona, a veces riñe pero nunca se separa de nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rocío