La barca, 1919 – SALVADOR DALÍ
Todo pasó.
Vuelve la calma.
Sólo fue la tempestad
en medio del océano,
la ola gigante, que a veces
nos devasta el alma
y la quiebra en soledad.
Sólo fue el averno
que brotó desde dentro,
quemándome la voz
y el silencio.
Exquisito, pura belleza, expresando la noche oscura del alma para volver a la luz.
ResponderEliminarUn abrazo Noray
A veces se confunde el averno con el cielo y... hasta que te quema y desvasta. Preciosa la canción de Serrat, como todas.
ResponderEliminarUn beso.
Que bueno que llegue la calma después de la tempestad.
ResponderEliminarQue bien que cierre la herida antes dañada.
Que bueno, que las palabras,
se conviertan en pétalos de poesía nuevamente...
Siempre vuelve la calma Noray!!
ResponderEliminarBesos
El alma hay que protejerla,es lo màs sagrado que tenemos, a veces la confunden con la carne sin saber que solo se queda prendida en ella lo que es autentico.
ResponderEliminarPreciosa, como todas y como siempre
ResponderEliminarEsa brisa fresca que
ResponderEliminaralivia, que renueva,
cuando la tormenta
se va.
Todo pasa, todo queda...
Un abrazo.
Anonimo, al alma si es robusta o sea crecida, nadie ni nada la puede profanar, si el alma es aùn infante sufre su aprendizaje y necesita experimentarse.
ResponderEliminarHay quien confunde al alma con el corazon del hombre sin transmutar,aislado, cargado de miedos y soledades.
Es mi visiòn del alma, cada uno tiene la suya, basandose en sus propias exeriencias.
ResponderEliminarEscribo sin animo de provocar debate de algo imposible de debatir, mas bien de respeto y compasiòn.
Mis cordiales saludos fraternos
Perdòn, quise decir experiencias.
ResponderEliminarEs cierto que las almas y las personas se confunden unas por otras y se desconocen mutuamente. Y asi pienso yo que debe ser.
Si estan a cara descubierta sufririan afrentas, incluso la muerte como ya ha sucedido en la historia,pero es la hora ya... de quitarse el manto y dar la cara.
Esperemos pronto suceda ello