Sueño y dolor
Posesión, 1914 - NÉSTOR MARTÍN FERNÁNDEZ DE LA TORRE
La noche se hace más oscura
en un corazón sin latido,
donde solo habita el silencio
dentro del vértigo y la soledad.
Las sombras arrasan la piel
y se infiltran hasta la médula,
transformando la sangre en hiel
con la luz cómplice de la luna.
La noche es una azucena herida,
es una desconsolada y tierna amapola
que aflora siempre en unos labios
rotos por el sueño y el dolor.
Cuando el día vence a la noche
ResponderEliminares un nuevo renacer.
Un abrazo grande
Triste, aunque bello poema.
ResponderEliminarBesos.
Preciosismo...nostalgico
ResponderEliminarAbrazos
Mucho tiempo sin escribir aquí poeta, eso siempre es una pérdida grande, cuando falta semejante talento.
ResponderEliminarTe dejo las felicitaciones por si vuelves ya, que así sea.
UN abrazo