miércoles, 13 de marzo de 2013

Infinito deseo


The Embrace, 1917 - EGON SCHIELE 


Aleluya, aleluya.


Me basta escuchar tu voz en el silencio de la noche

para cruzar la Nueva Jerusalén de tu cuerpo ausente.

Ebrio de púrpura y sangre,

atravesaré el vasto desierto que guardo en mi memoria

para llegar a las puertas de tu vida y de tu muerte.

Permíteme enjugar los versos de esta noche

en la herida abierta de tu carne.

Déjame ser la aguja que ensarte las estrellas de mi olvido

en el infinito deseo de tu ausencia.


Aleluya.