y mi corazón de papel
se deshace en tu aliento.
No quiero ser aire
de mi silencio.
Sigo soñando,
y mientras sueño
vivo que estoy
en un sueño.
El cerebro
se rompe de rabia
y el silencio
se anega de larvas
y de oxidados llantos
dentro del sueño.
Las manos,
atadas con cordeles
de ciegas soledades,
tejen cada segundo
en el vientre profundo
de mi sueño.
Sigo soñando,
y mientras sueño
cierro los ojos
para continuar en el sueño.
La razón a oscuras
no encuentra palabras
para definir el sueño.
Inmóvil, ya desahuciado
e inerte en el sueño.
Estoy a solas
con mi silencio
y mi sueño.
El corazón cansado,
explota de cólera
entre tanto sueño.
La memoria
azota a los asesinos
de este mal sueño.
El tiempo roto,
huele a muerte
y el silencio
se disipa entre los acordes
de un vetusto piano.
La vida se quiebra
entre la piel
y el sueño,
expira en la frontera
de la cruel realidad.