Hombre sobre un mar de nubes, 1818 - CASPAR DAVID FRIEDRICH
Quieto amanecer
detenido en el corazón de la escarcha.
Jameo de fuego
en bermejo cerebro de presagios y nieblas.
Mar de nubes
que enjuaga de salitre los agrestes labios.
Fresca hierba
de delicado perfume en estériles manos.
Soplo de alisio
que revives los estambres de la existencia.