Ardiente noche
La Noche, 1934/1938 - NÉSTOR
Bésame,
deseo saciar mi boca
y recorrerte entera
con mi lengua.
Abrázame,
no me dejes
en la ardiente noche
con mi oscuridad.
Enciéndete,
como un lucero,
en mis manos
y en mi sexo.
Derrámate
en mi sangre
y en el collar
de mi ausencia.
Embriágame
con la esencia
del perfume
de tu memoria.
Cuando la poesía nace de gran ausencia, llena como un orgasmo.
ResponderEliminarMe han entrado calores leyendo tu poema.
Enhorabuena amigo
un saludo
quema, quema este poema..una invitación al fuego que no se puede resistir...
ResponderEliminarBesos y hasta siempre
Sensualidad, sexualidad, pero a la vez amor infinito. Precioso.
ResponderEliminarB.
Leo
ResponderEliminarLa poesía en sí misma es un orgasmo.
Un abrazo
Luna lunar y el mar
ResponderEliminarQuema pero no abrasa.
Un beso
Guinda de plata
ResponderEliminarEl amor,
la sensualidad,
el erotismo...
el infinito.
Un beso
El poema es precioso y la ilustración, una maravilla. Un duo perfecto para tanta pasión.
ResponderEliminarmi anhelo
ResponderEliminarRaquel
ResponderEliminarToda la obra de Néstor Martín Fernández de la Torre es exquisita.
Mi poema sólo es una leve sombra de la belleza de su pintura.
Un beso
Enredada
ResponderEliminarTu deseo sólo se hará realidad
cuando coincida con tus sueños.
Un beso